Es la hipótesis que investiga la fiscal Laura Mazzaferri y que hoy tuvo su conclusión en una serie de allanamientos en Mar del Plata, Ushuaia y Río Grande.
Un pastor evangelista se encuentra entre los principales imputados de integrar una red dedicada a captar ahorristas, conseguir depósitos de dinero y luego trabajar de forma ilegal esos montos para obtener ganancias en el mercado negro de las finanzas.
Los allanamientos de las últimas horas en Mar del Plata, Ushuaia y Río Grande esconden detrás una hipótesis singular, particular y, por lo menos, llamativa que revela cómo era la operatoria en la que, en algunos casos, terminaban estafados los incautos
La investigación estuvo a cargo de la fiscal Laura Mazzaferri que tomó una denuncia presentada en el año 2017 por un concurrente a una iglesia evangelista. Esa persona denunció que el pastor de dicha congregación religiosa le había ofrecido una renta financiera a partir del depósito de sus ahorros en una entidad no oficial.
El ahorrista, un poco por codicia y otra por la imposición del ministro religioso con ascendencia, entregó su dinero y al nunca serle devuelto radicó la denuncia en la justicia federal.
A partir de esa presentación comenzó a una serie interminable de pedidos de informes de rastreo finaniero y de cualquier rastro que dejara esa actividad. Así se pudo establecer que el pastor utilizaba su mediación religiosa para captar ahorristas que luego eran puestos en contacto con un ex empleado de una conocida casa de cambio de Mar del Plata. Esa persona había montado su propia “cueva” financiera y hacía esas operaciones en la clandestinidad.
La fiscal Mazzaferri se encontró con un desarrollo patrimonial de los imputados impactante, con propiedades edilicias y automotores de alta gama.
Por otra parte, se supo que una hermana del pastor había instalado dos comercios en el sur del país, uno de ellos una librería y boca de expendio de la firma Western Union en Río Grande.
Hasta el momento no pudo probarse que se pudiera tratar de una asociación ilícita sino una red interconectada para el desarrollo de estas actividades financieras y cambio de divisas sin compromisos legal ni tributario alguno.
Este martes se ordenó allanar cuatro domicilios en Mar del Plata, algunos de ellos de un valor inmobiliario elevado, a la vez que también se solicitó la requisa de la librería de Río Grande y de un local comercial de Ushuaia. Este último cuando llegaron los agentes de la Policía Federal ya no existía: se había mudado a algunas cuadras. Una nueva y urgente orden librada por el juez Santiago Inchausti permitió requisarlo.
Asimismo se secuestraron varios automóviles de alta gama y de colección, que acreditan en parte la hipótesis de al fiscalía sobre el manejo de grandes sumas de dinero y el lavado de esos activos por medio de la compra de vehículos.
En Mar del Plata las iglesias evangélicas están muy distribuidas y dan respaldo espiritual a muchas personas. Al respecto, trascendió que el pastor imputado no es ninguno de los de mayor exposición pública.
Durante los procedimientos no hubo secuestro de armas pero si de algunas pocas cantidades de marihuana, lo que obligó a la fiscal Mazzaferri a darle intervención a la Justicia bonaerense.
Los domicilios allanados en Mar del Plata son un departamento del edificio de calle Gascón; dos importantes viviendas del Barrio “Los Troncos” en calle Quintana y otro en calle Tucumán, como así también las oficinas administrativas de una firma Pesquera situada en calle Magnasco.
Se secuestró aproximadamente un millón y medio de pesos en efectivo, moneda extranjera en algo mas de cien mil dólares; divisas; material informático con capacidad de almacenamiento de datos, (CPU, Tablets, Notebook, Pendrives, Tarjetas de Memoria, Discos Rígidos externos); teléfonos celulares de los operadores; equipos de grabaciones de Video Monitoreo y Vigilancia en aquellos domicilios, como documentación comercial y contable destinada a posterior pericia.